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Extraña enfermedad. Más rara solución.

Insólito caso en Gran Bretaña. Chloe Jennings White, de 58 años, sueña desde que era pequeña con ser parapléjica. Esta mujer es víctima de una extraña enfermedad conocida como 'Trastorno de Identidad de la Integridad Corporal', donde uno no percibe una parte de su cuerpo como si fuera suya.

Chloe Jenning, es una mujer normal absolutamente sana, que trabaja como investigadora en la Universidad de Cambridge, pero que a pesar de haber asistido a terapias para vencer su ansiedad, no ha sido capaz, y va a pagar a un médico 25.000 dólares para que le paralice las piernas.

La mujer, que usa siempre una silla de ruedas, incluso en algunas ocasiones intentó ser víctima de accidentes para perder las piernas, pero no lo consiguió. Además, sobrevivió a un accidente en 2009 donde su vehículo volcó dos veces. La mujer ha confesado que el día que lo consiga será el día más feliz de su vida.

El coche volador ya ha llegado

El Terrafugia TF-X es un vehículo volador híbrido de cuatro plazas que pretende ser equivalente tanto en carretera como en vuelo. Es el primer prototipo que representa el futuro del transporte en ambos medios. Frente a las  características de un vehículo de carretera, también está pensado para el despegue y aterrizaje vertical, como mejor opción para comenzar el vuelo desde cualquier lugar o situación. Equipado con dos alas plegables laterales, dispone de rotores a ambos lados con una potencia de 600 CV en los extremos y un motor de combustión de 300 CV.

Para los que piensan que puede ser complicado el manejo, nada más híbrido volador. La empresa Terrafugia estima que el desarrollo puede demorarse de ocho a doce años, esperemos durante este tiempo ir conociendo detalles y poder ir ahorrando para convertirnos en uno de sus propietarios.

alejado de la realidad. Según la compañía, tan solo son necesarias cinco horas de aprendizaje para comenzar a volar por los cielos con este vehículo




Soñar nos hace más inteligentes

 Investigadores de la Universidad de Medicina de Harvard creen que soñar después de aprender una tarea compleja ayuda a que su cerebro pueda consolidarlo. Encontraron que si una persona aprende una tarea y luego duerme puede ser hasta 10 veces mejor que si se hubieran quedado despierto.

Se pidió al grupo de 99 voluntarios sentarse delante de una pantalla de ordenador y aprender el diseño de un laberinto tridimensional, el objetivo era encontrar un camino. Aquellos que tomaron una siesta y soñaban con el camino encontraron la solución en menos tiempo. Eran 10 veces mejores que los que no durmieron.

Los resultados sugieren que soñar podría ser en realidad una forma de resolver mejor una tarea compleja. ¿A nadie le ha pasado aquello de irse a dormir sin resolver algo y el día siguiente tener la solución?

El Profesor Robert Stickgold, de la Escuela de Medicina de Harvard, quien dirigió el estudio, dijo: “Después de casi 100 años de debate sobre la función de los sueños, este estudio nos dice que los sueños son la forma de procesar del cerebro, integrar y comprender realmente nueva información. Los sueños son una clara indicación de que el cerebro durmiente está trabajando en los recuerdos en múltiples niveles, incluyendo formas que mejoran directamente el rendimiento”.

Por ejemplo, para los estudiantes puede resultar mejor estudiar duro antes de ir a dormir que hacerlo por la tarde, o tomar una siesta después de un período de intenso estudio.

Aunque nuestros cuerpos están en reposo, nuestros cerebros están extrayendo lo más importante de la información y sucesos  recientes, luego integra esos datos en lo que ya sabemos – tal vez explique por qué los sueños son una mezcla tan extraña de experiencias viejas y nuevas-. Un sueño sobre algo que acabamos de saber parece ser una señal de que el nuevo conocimiento se ha procesado correctamente.

Los resultados fueron publicados en la revista Current Biology.