Como ocurriera en muchas de la ciudades dormitorio de la antigua Europa del este tomadas por la Unión Soviética, especialmente en los territorios de Ucrania y Siberia (Ciudades como Prípiat, Kadykchan o Agdam)preparadas para que miles, e inclusive millones, de nuevos obreros-burgueses las habitasen y disfrutasen de sus comodidades, y a día de hoy son verdaderas ciudades fantasmas donde solo podemos observar sus cáscaras de hormigón, está ocurriendo en algunas zonas del territorio de la dueña de gran parte de la deuda de Occidente: China. uno de estos ejemplos es la ciudad de Ordos.
Ver Ordos, la ciudad fantasma china en un mapa más grande
"Nueva ciudad de Ordos", fue la denominación de un proyecto de ampliación de este pequeño pueblo minero del norte de China en la década de los 90, justo en el centro de la provincia de Mongolia Interior.
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"Nueva ciudad de Ordos", fue la denominación de un proyecto de ampliación de este pequeño pueblo minero del norte de China en la década de los 90, justo en el centro de la provincia de Mongolia Interior.
Este proyecto no respondía a un incremento real de la demanda de la vivienda en la zona. La realidad respondía a que nuevas y grandes empresas nacionales de minería, especializadas en extracción de carbón, llegaron a la zona, comprando en muchas ocasiones las tierras de los granjeros y mineros afincados en el pueblo. Sin duda, la actividad económica aumentó, y fue en este momento cuando las autoridades chinas pensaron acometer el proyecto de convertir el pequeño pueblo, rodeado de nueva industria, en una gran ciudad preparada para sus trabajadores y la nueva sociedad y actividad que generaría la zona.
El proyecto supuso un coste de 161 billones de dólares. Gran parte de este coste derivó del Estado Chino, y otras partes del proyecto fueron financiadas con capital privado, proveniente de esos granjeros, ahora ricos, a los que las empresas mineras habían comprado sus terrenos.
Así, en menos de una década, la ciudad de Ordos se convirtió en toda una moderna ciudad, llega de rascacielos elegantes barrios residenciales e inmensos monumentos megalómanos. Ciudad que nunca llegó a ser habitada de manera completa.
Monumento conmemorativo a Genghis Khan. |
Barrio Residencial. |
Museo de Ordos. |
Y es que, este mismo año, la cadena Aljazeera en primer lugar, y la revista Time después, publicaron sendos reportajes tras haber visitado la zona y reconocer que se trataba de una ciudad fantasma.
Barrio residencial, vista aérea. |
Pero ¿Cómo llegó a convertirse este mega proyecto que contaba con todo a favor para llegar a ser la ciudad insignia de la zona en una misteriosa ciudad olvidada? la respuesta la encontramos en la especulación.
Recordemos que el sistema de Estado político y económico de la República Popular China responde a las veces de un sistema capitalista, con las restricciones sociales y políticas de un estado comunista. Esta dualidad de "poder político y económico" hace que en la nación existan ciertas zonas del territorio y ciertas secciones de la sociedad con facilidades económicos, políticas y por tanto sociales, mientras que el resto de miembros del país cuentan con que su vida se haya realmente programa por las autoridades. Y esta fue y es la situación de Ordos.
Así que, lo que parecía el destape de Aljazeer y Times de una enorme burbuja inmobiliaria en una de las pocas naciones que aumentaba su PIB (aunque en los últimos años no ha sido tan espectacular esta subida) y que hacía temblar a las grandes potencias económicas, mientras que el resto de países de Occidente sucumbían a la crisis, fue rápidamente acallado por las autoridades chinas.
La explicación fue breve por parte del Estado Chino, al no existir la gran demanda que supusieron habría sobre las viviendas de Ordos, el propio Estado compró el 100% de las financiaciones privadas del proyecto, para su uso. Sin embargo, lo que no se explicó fue cual sería el "uso" que se daría toda la infraestructura de esta nueva ciudad sin habitantes.
Pues bien, entre 2008 y 2010 el Estado Chino como propietario, vendió los inmuebles a sus oficiales y miembros de la administración con el fin de que especulasen con ellos. Ya que, además, en la ciudad de Ordos no existen impuestos sobre la propiedad inmobiliaria, las posibilidades de la especulación se multiplicaban para los nuevos dueños miembros de las autoridades del país.
Los precios bajaron considerablemente con el fin de atraer a nuevos compradores. Un apartamento de 60m2 rondaría durante las fechas unos 50.000€, y las grandes casas de la zona residencial entre 250.000 y 300.000€. Sin duda, preciosos accesibles para la nueva clase media que ha surgido en China, y para esos nuevos ricos que proliferaron en la zona gracias a las inversiones de las empresas mineras.
sin embargo, la realidad es otra, y es que esta especulación y venda de estos inmuebles solo está dirigida a las clases altas de la sociedad china que, sin levantar la voz, apoyan a las autoridades de la República. Su adquisición está terminalmente prohibida a esa nueva clase media, que en gran medida a impulsado el progreso económico y social de China.
De ahí que Ordos sea en esencia una ciudad fantasma, porque aunque sus inmuebles tengan dueños, y estos los hayan podido vender y revender con 0% de cargas en impuestos, ninguno de sus habitantes viven en la ciudad, si no que se encuentran junto a sus colegas tecnócratas en Beijing, o bien acomodados en los mejores apartamentos y casas de Londres, ciudad preferida para residencia de los millonarios y sus empresas por las faciliades fiscales que la City of London les ofrece. Mientras, los antiguos mineros y granjeros siguen viviendo en el viejo pueblo de Ordos, y quienes vengan desde otras zonas de China para comprar un apartamento se encontrarán con un "no quedan existencias".
Mientras esta burbuja inmobiliaria siguen sin tener habitantes aparentes, el paso del tiempo y el clima comienza a hacer su efecto. Y es que esta ciudad en mitad de la nada, sufre durante los infiernos temperaturas de hasta -20ºC, lo que deteriora en mucho la estructura de los edificios y carreteras. Hogares que no hacen funcionar la calefacción y que no hacen uso del suministro eléctrico que se descascarillan poco a poco y teatros, cines, bibliotecas y jardines que nadie visita o mantiene. Hecho que ocurre en al menos otra decena de ciudades chinas en iguales condiciones que Ordos, en las que se calcula que 64 millones de viviendas de nueva construcción no están habitadas.
Sin embargo, no responde su planteamiento, construcción y posible "abandono" al comportamiento de la burbuja inmobiliaria vivido en Occidente. Muchos planteamientos (considerados por la mayoría conspiratorios) hablan de la posibilidad de que el Estado Chino esté preparándose ante un eventual traslado de parte de su población a nuevos terrenos por motivos nada claros, como un posible ataque exterior o tan simple como la enorme contaminación que sus ciudades insignia sufren, y que en pocas décadas serán intolerable para sus habitantes.
Imagen aérea de Valdeluz, Yebes. |
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