"La ciencia no es actualidad".
Esta es la frase lapidaria que escuchamos alumnos en la realización de una
práctica en la facultad de la información. Y lo cierto es que el contenido de
la frase es lo menos importante. El peso negativo de esta no se lo llevó la
expresión, sino las formas. La que adjetivada es prepotente y egocentrista.
Propia del profesorado universitario actual.
La falta de tacto, por ende de educación,
es una nota constante en el diario del calendario de cualquier alumno de la
universidad pública española. Un error que se ha de corregir, porque estos
mismos que detentan el poder educativo, exigen educación como pago a sus enseñanzas.
Con estas palabras no se quiere
llegar a transmitir la conclusión de que el alumnado sea ejemplo de esta misma
educación y de profesionalidad. Pero ¿Cómo puede responder uno de estos cuando,
al intentar entrar a clase, se la encuentra atrancada con una silla? La respuesta
es la prepotencia.
Sin embargo, nos hemos desviado de la
propuesta inicial, aunque nos sirve de ejemplo para enmarcar la propuesta. Si
la ciencia no es actualidad ¿qué si lo es? ¿Quién marca lo noticioso de la actualidad?
¿Los medios a través de la agenda setting y el frame informativo? No. la
actualidad en el caso que nos ocupa lo marca el egocentrismo de un profesorado
mediocre. Cuyos argumentos van a misa.El mismo profesorado que reconoce que la
ciencia no puede ser considerada actualidad, pero que un día más tarde explica
que un buen informativo a de contar con diversidad de contenidos en sus
noticias. ¿Será casualidad que todos los grandes medios impresos y digitales
cuentan con una sección dedicada a la cultura, la ciencia, la tecnología? y sin
olvidar, por supuesto, el peso de la información deportiva en nuestro país.
En esta línea, por ejemplo, no debemos
tampoco obviar que cada vez existen más medios profesionales y no profesionales
en la red especializados en la inforación en la interpretación de esta en
un solo campo. Sea este la ciencia, el deporte, la automoción o la agricultura.
Pero la educación de uno lleva a no argumentar lo dicho contra la opinión única
del profesorado. Su conocimineto es más extenso que le propio. Aunque lo creo
más en la figura de su ego.
La lucha de egos en el ejercicio de la
educación es preocupante. Preocupante porque lo menos importante al parecer
para estos es que su alumnado reciba conocimiento útil para su profesión, sea
esta el ejercicio del periodismo, como es el caso, o la medicina. Lo que prima
es que su supuesta superioridad quede manifiesta en su presencia. Aunque más
tarde tenga que quitarse la razón que se dieron al principio.
El resultado de esta situación es que el
diagnóstico de la educación española universitaria es de grave enfermedad. Y
quien lo sufre en su máximo exponente es el alumno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario