Desde la noche del jueves 14 de marzo, la iglesia católica tiene un nuevo lider espiritual y evangelizador, el cardenal argentino de origen italiano Jorge Mario Bergoglio, que ha tomado el Nombre de Francisco.
Con 76 años, los expertos consideran que, de nuevo, se pueda tratar de un papado de corta duración. Sin embargo, la pregunta que todos se plantea es cuál será su papel, qué nuevas va a traer su obra pastoral y trabajo a las dudas que está generando el Vaticano, así como a la pérdida de confianza y fe de occidente hacia el catolicismo.
Lo cierto es, que las especulaciones están ya servidas en la opinión pública, profesional o no. Y encontramos algunas de estas en la interpretación de sus gestos y corpotamiento tras su anunciación en la Basílica de San Pedro.
La primera visión del nuevo Papa nos ofreció la imagen de un hombre tímido, o tal vez abrumado o tenso por la situación, que se dirigió a los fieles congregados en la plaza del Vaticano con un ligero gesto de su mano derecha. Y lo mismo podemos decir de sus primeras palabras:"Fratello e sorello, buona sera". Gestos y palabras sencillos y cálidos.
Sin embargo, uno de los detalles que más comentarios ha despertado es la cruz pectoral que portaba. En su pecho, no llevaba la acostumbrada cruz de oro que han mostrado la mayoría de Papas en su anunciación. El Papa Francisco portaba una sencilla cruz de plata o de metal, que podría corresponder con su emblea y cruz de obispo. Una ruptura con la costumbre.
Por último, destacaremos sus palabras dirigidas a Ratzinger y su despedida. Tras sus palabras inciales de saludo, sorprendió a todos iniciando una oración por el cardenla emérito, así como recondar a los fieles que han de rezar por él y por la bendición de todos los fieles de buena voluntad.
Y de nuevo su despedida fue clara, sencilla y apuntando hacia su labor como lider espiritual de los católicos: "Nos vemos pronto. Mañana quiero ir a rezar a la Virgen para que custodie toda Roma. ¡Buenas noches y buen reposo!".
Esta tónica de ruptura en su corpotamiento en la anunciación, también se cumplió en adopción de nombre para su Papado. El cardenal jesuita eligió un nombre que evoca humildad como el de San Francisco de Asís, y de empuje evangelizador de San Frascisco Javier.
En su comportamiento incial y en sus palabras encontramos una forma de romper molde, en gran parte una aptitud que necesita la institución católica en occidente.
Pero, el pasado de algunos cardenales suele tener claros oscuros, y muchas voces alzan la voz por la forma de actuar del nuevo Papa durante la dictadura argentina (1976 - 1983) minetras desempeño su labor pastoral como superior provincial de la orden jesuita en Argentina. Así como una opinión rígida hacia el aborto o el matrimonio homosexual.
¿Un Papa progresista y centrado en devolver crédito al catolicismno, o un Papa conservador que busca reforzar las murallas vaticanas? Aún es pronto para categorizar una respuesta. Solo su labor como sucesor de Pedro, iniciada ayer, nos dará la respuesta.
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